Aunque hagamos enormes esfuerzos
por crecer y evolucionar, todos albergamos en nuestro interior figuras de nuestro pasado
. Puede ser que alguna vez estas figuras hayan tenido un rol positivo,
protector, pero siguen allí, fijas y rígidas. Ya no las necesitamos, pero se aferran a
la vida con tenacidad en cuanto nuestra psiquis suspende su actividad.
Una de estas ubicuas figuras es el "saboteador", que aparece para hacernos equivocar justo
cuando estábamos a punto de lograr un triunfo.
El saboteador siente - y se comporta - como una persona muy negativa, crítica y destructiva.
Sin embargo, cuando podemos hablar con él ( habitualmente es masculino, pero también puede
ser de sexo femenino o neutro), encontramos que , a su
entender, tiene una buena razón para justificar sus acciones. Pero quizás esa razón
ya no sea válida.
Sin embargo, podemos aprender algo
de él y quizás hasta le encontremos un rol
más productivo en nuestras vidas. Después de todo,
el motivo fundamental de su existencia es brindarnos protección.
EJERCICIO ( PARA CONTACTAR AL SABOTEADOR ) :
Elije un momento en que no haya perturbaciones, acomódate en una silla, relájate y disponte a empezar.
Mantén tu chakra raíz abierto para estar conectado con la tierra y quedarte en tu cuerpo físico.
Cuando estés listo, imagina que estás parado frente a una casa antigua. Abre la puerta y entra.
Siente el tenue olor a humedad, mira la capa de polvo que recubre todo el lugar.
Explora sus añejas habitaciones.
Tendrás que buscar a tu saboteador. Tal vez esté escondido en el sótano, debajo de la escalera o
en el ático. Pide que te guíen hasta él.
Una vez que lo encuentres, entra a la habitación con él. Es probable que al principio no quiera
hablar, o quizás hasta se comporte de manera hostil. Ten paciencia. Tranquílizalo haciéndole saber que has venido para escuchar
lo que tiene que decir. Hazle preguntas sobre su rol en tu vida, cómo fue que surgió, cuál era su función, qué estabas
haciendo tú en ese momento. Pregúntale de qué manera él creía que te estaba ayudando. Descubrirás que, al principio,
existía una buena razón para justificar sus acciones ( no siempre se dedicó a sabotear ) y que quizás todavía necesites algo
de ayuda extra en esa zona de tu vida, en la que puedes cometer errores.
Una vez hayas podido enterarte de todo lo concerniente a las circunstancias que le dieron origen
a su existencia, averigua cómo actúa en tu vida en la actualidad. Investiga cuál es su papel en tu mundo interior. ¿ Tiene
temores y preocupaciones específicas que aún hoy tienen validez o sólo forman parte del pasado ?
Sin dudas te dirá que está tratando de protegerte. Hazle ver que, mientras que él siente que te
está protegiendo, en realidad lo que está haciendo es sabotear tus esfuerzos por evolucionar. Quizás él - y, por lo tanto,
una parte de ti - en realidad tenga temor a crecer. Averigua qué necesita antes de proseguir. Tal vez estés pasando por alto
que los haría sentir seguros a él y a ti. Pídele que te brinde su cooperación, que te advierta cuando necesites prestar atención,
pero que no interfiera de forma activa sin antes haber negociado. Si estaba escondido en el sotano o en el ático, pregúntale
dónde le gustaría vivir. Ayúdalo a encontrar un sitio más confortable.
Establezcan una señal para que él pueda llamar tu atención. Prométele que lo visitarás, que mantendrás
abiertas las líneas de comunicación. Haz que se convierta en tu aliado.
Cuando hayas finalizado, haz que tu conciencia vuelva a tu entorno actual. Envuélvete con un manto
de protección y luego, camina por la habitación.
SI NO PUEDES VISUALIZAR:
Intenta establecer un diálogo con el saboteador. Lo puedes hacer internamente, tratando de escuchar
su voz. Prueba utilizando dos sillas. Siéntate en una de ellas mientras le hablas a él y luego pásate a la otra para escuchar
su respuesta. También puedes hacerlo en forma externa, con dos trozos de papel; uno para tus preguntas y otro para sus respuestas
que sencillamente "vendrán" a ti. ( También en este caso puedes utilizar dos sillas para facilitar el proceso ).